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Les questions theologiques: Mersenne et l'angelique doctrine. Un intellectuel politiquement correct ou un penseur masqué

Recordemos algunas ideas firmemente establecidas por los investigadores más prestigiosos sobre la cuestión de la omnipotencia divina en la discusión del copernicanismo durante el S.XVII, a raíz de la objeción escéptica planteada y puesta de moda por Maffeo Barberini en el famoso caso Galileo.

Antes de afirmar una teoría teológicamente problemática ( como era la afirmación copernicana del movimiento de la tierra) debían descartarse las otras posibles explicaciones teóricas rivales ( infinitas), puesto que Dios, en su infinito poder y libertad, podía haber elegido infinitos mecanismos posibles para producir los mismos efectos observables que se salvaban con el heliocentrismo. Y como esto era prácticamente imposible, lo que se seguía del principio teológico de la angélica doctrina era la forzosa conclusión de que el movimiento de la tierra era absolutamente indemostrable para nosotros, seres finitos. De acuerdo, pues, con el punto de vista papal, nuestra finitud nos incapacitaba para poder comprender los infinitos mundos posibles que Dios habría podido crear y, en la misma medida, limitaba nuestra capacidad de conocer el mundo efectivamente elegido por Dios.

Unidas a este planteamiento iban dos implicaciones:


  • Que la coherencia explicativa y la utilidad predictiva demostrada por el heliocentrismo para salvar los fenómenos no era razón suficiente para excluir cualquier otra posible explicación teórica y, por tanto, tomar como cierta la hipótesis copernicana.
  • En segundo lugar, dado el insalvable desfase entre la finitud humana y, por tanto, también la falibilidad de su ciencia, y, por otro lado, la infinitud de Dios, el conocimiento humano del mundo natural sería esencial y necesariamente limitado y falible en esta vida terrenal;  los misterios del universo sólo podrían ser conocidos por aquellos que, al dejar esta vida, alcanzasen la beatitud. Sólo la Inteligencia Suprema que gobierna el universo que ella misma ha creado podrá revelarnos perfectamente el perfecto orden inteligible de la creación. Mientras tanto, en medio de la duda, debemos cuidar que las conclusiones de nuestras investigaciones racionales no contradigan las verdades inmutables contenidas en la doctrina de la fe.


Pues, bien, ya hemos visto la opinión que Descartes expresó al P. Mersenne sobre las razones de Morin contra el movimiento de la tierra, así como su temor de que las razones de la autoridad teológica para defender como "artículo de fe" el geocentrismo pudiesen ser incluso más irrelevantes e inconsistentes aún.

En 1634, el Padre Mersenne, publicó las " Questions theologiques". Aunque en la dedicatoria podría encontrarse alusiones indirectas, muy diluidas ciertamente, a la angélica doctrina, creo que es muy difícil de negar la influencia de ésta objeción teológica en los capítulos XXXIV y XXXVII.

Pensemos que, según declaró el mismo Mersenne en una carta a Peiresc, los cambió de modo que contuviesen puntos de vista "más apropiados para Roma" y al gusto de la Facultad de Teología de París.

Mersenne no tenía ninguna necesidad de haber incluido en esos capítulos referencia alguna a los reparos contenidos en la angélica doctrina para poder publicar su tratado en Francia. Sin embargo, lo hizo. No puedo hablar por otros, pero esto, al menos a mí, me plantea la pregunta clave:  " ¿ Por qué?".  Y no parece que los estudios históricos sobre la recepción de la condena de Galileo en Francia puedan arrojar mucha luz a esta pregunta que, se quiera o no, tiene su razón de ser, puesto que vamos a demostrar a continuación que en la obra de Mersenne hay ecos de la doctrina papal divulgada por Oreggi en 1629 y puesta en boca de Simplicio por Galileo.

Del estudio del Prof. Michel-Pierre Lerner se desprende que existía la posibilidad de que Mersenne hubiese adaptado sus "Questions" sin tener que oponer al heliocentrismo las razones basadas en el principio de la "Potentia Dei". Lerner, en efecto, afirma en su ensayo ( 1) que la sentencia contra Galileo fue abordada desde 1634 en varias ocasiones dentro de la Universidad de Paris; aunque en ningún momento se llegó a promulgar una declaración oficial, sin embargo, la sentencia del Santo Oficio tuvo una amplia difusión por Francia.

Mersenne, al igual que otros compatriotas, podía haber dudado de que, a falta de declaraciones oficiales por parte tanto de la Universidad de París como por parte del parlamento, la sentencia condenatoria de Roma contra las ideas de Galileo tuviese vigencia legal en Francia. Eso implicaba un pequeño margen de libertad, incluso para un sacerdote como él, ante el vacío de ley. Pero , no obstante, Mersenne optó por curarse en salud y no sólo colocó la sentencia del Santo Oficio contra Galileo en el capítulo XLV de su tratado, sino que quiso oponer a los argumentos heliocentristas las razones que podrían perfectamente derivarse de la doctrina papal. (2)

Comparto con todos el texto de Mersenne. Ruego se observe la alusión a la voluntad y poder infinitos de Dios para elegir entre infinitas posibilidades, es decir, no encontrarse determinado a elegir el camino más corto para obrar un efecto natural. Puesto que si una de las razones más importantes aducidas por los copernicanos era la paradigmática simplicidad y claridad del constructo matemático, ello era considerado por la duda epistémico-teológica de Urbano VIII como una patente contradicción de la omipotencia divina, en cuanto que era una presunción intelectual humana con la que se sometía a Dios a una forzosidad matemática:


 "Cuestión XXXIV: ¿Qué razones se tienen para demostrar y persuadir del movimiento de la Tierra alrededor de su eje en el espacio de veinticuatro horas?
1. La primera razón que utilizamos para probar que la tierra se mueve, y que hace cada día su ruta entera, se deduce del hecho de que no hay apariencia de que toda la gran máquina del universo se mueva, y que el firmamento y las estrellas recorran 6.000 leguas cada día, lo que parece incomprensible: mientras que si la tierra se mueve, únicamente recorre 7.200 leguas al día, es decir, 14.000 menos que las estrellas.
2. El orden natural parece mejor establecido si los cuerpos más pequeños se mueven más rápido y los cuerpos más grandes, más lentamente.
3. Puesto que la tierra tiene necesidad del Sol, ella debe buscarlo como nosotros buscamos el fuego, del que tenemos necesidad...
4. No se pueden asignar dos movimientos contrarios al mismo cuerpo, lo que hacen, sin embargo, aquellos que dicen que las estrellas y otros cuerpos celestes se mueven y que la tierra es inmóvil, porque es mucho más fácil afirmar que se mueve de oeste a este, mientras que la luna y los demás planetas se mueven únicamente en su propio movimiento. Lansberge cree que la primera razón es demostrativa, que consiste en que el Sol se encuentra a 1.498 1/2 semidiámetros terrestres de la Tierra, cuando se encuentra a su media distancia y las estrellas a 10.302.927 semidiámetros; de lo que resulta que las estrellas recorren cada hora 23.178.529.692 leguas alemanas, y en un abrir y cerrar de una arteria, o un segundo minuto, 643.848 leguas, o alrededor: mientras que la tierra con un circuito neto de 400 leguas, únicamente hace la decimosexta parte de una legua, es decir, 250 pasos de un segundo: que es poco más que lo que una bala de mosquete haría en el mismo tiempo.
Dejo muchas otras razones, que se ofrecen para demostrar el movimiento de la Tierra: por ejemplo, que explica todas las apariencias o fenómenos con mayor claridad, y más brevemente; que de ello se desprende que ella se mueve, si los cielos se mueven, ya que deben arrastrarla con ellos, puesto que no tiene ninguna resistencia, ya que no se aleja de su centro, y muchas otras, a las que el Sr. Morin, Profesor real, respondió en un libro particular; de manera que no hay ninguna razón que pruebe el movimiento de la Tierra, porque puesto que Dios envió a su Hijo para favorecernos con su muerte, no debería sorprendernos que haga girar el cielo para nosotros, y si creó todo el mundo corporal para el uso y el placer de los hombres... Pero hasta el presente tampoco sabemos nada que demuestra su inmovilidad, ya que no hay nada más absurdo que hacer las estrellas de primera magnitud 127 veces más grandes que la gran del orbe terrestre y 1.575.473.627 veces más grande que el sol, que hacer que las estrellas se muevan tan rápido que hacen seiscientas mil leguas en el tiempo de un latido de arteria. Y a pesar de que no sabemos por qué hay 59.967.010 leguas, entre saturno y las estrellas, no se deduce que este espacio no sea real. No es tan necesario conocer la causa del movimiento de la tierra para admitir que se mueve, ya que los que ponen el movimiento de las estrellas, no conocen la causa...

Corolario I

La razón fundamental que se ha utilizado hasta el presente para demostrar la movilidad de la Tierra, no es buena, porque demuestra demasiado, o supone una gran ignorancia porque puesto que Dios no ha seguido en el estado de gracia el camino más corto de todos los posibles, para salvarnos, al ver que podía hacer un acto de voluntad, ¿por qué concluiremos que ha tomado el camino más corto en la naturaleza? ¿No sería el más corto para la salud o para la cura de los cuerpos, que hubiera algún agujero hacia el talón, por el cual todos los humores innecesarios pudieran salir sin utilizar tantos medicamentos? Por cierto, si quieren entretenerse considerando todas las obras de la naturaleza y discurrir sobre ello, siempre nos encontraremos con reprimendas, pero será con las razones de Momus, que se basan en la presunción del hombre y la ignorancia de aquellas ( razones) que Dios tuvo estableciendo la firmeza de la Tierra y la movilidad de los astros, o creando cualquier otra parte del universo, de lo que todos admiran el artificio mucho más que en las oraciones de Cicerón, los poemas de Virgilio, o las proposiciones de Euclides (aunque algunos sostengan que no se puede eliminar una dicción, o una letra, sin que se estropee todo o se le quite la gracia) si de todo ello conocen las razones y los resortes, que vamos a ver muy claramente cuando aquel que gobierna la gran máquina del mundo nos descubra los secretos y la ciencia.

Corolario II

Hablaré del movimiento de la tierra en las cuestiones 44 y 45, que contienen el compendio de los Diálogos que Galileo hizo sobre dicho movimiento, para confirmar las hipótesis de Aristarco y Copérnico. Ahora podemos imaginar nuevas razones a favor del movimiento diario de la Tierra, que no son de ninguna utilidad para el anual, del que hablaré en la cuestión 37: por ejemplo, que si las estrellas y los planetas se mueven, que es necesario que la Tierra, que no tiene ningún apoyo o impedimento que la libre de ser arrastrada por dichas estrellas para girar sobre su eje, da siempre su vuelta; y muchas otras que omito, por temor a extenderme demasiado. Pero siempre nos encontramos con nuevas razones, sobre todo porque nunca sabremos la forma en que las partes del universo se han establecido, hasta que Dios ha convenido revelárnoslas, de manera que siempre podemos decir con San pablo: "nunc per speculum, et in aenigmate, tunc autem facie ad faciem"

Cuestión XXXVII: ¿Qué razón puede haber para creer que la Tierra gira alrededor del Sol, al que hemos situado en el centro del mundo?

Con todo lo que he hablado del movimiento diario de la Tierra en la cuestión 34 y que se puede imaginar que la causa por la que se mantiene en su lugar sin ir de aquí para allá, debe entenderse este movimiento, como es el caso de que las piedras corren tan rápido en el aire, que no se pueden caer, y los vasos y otros recipientes llenos de vino..., no se derraman cuando los giramos lo suficientemente rápido, sin embargo hay que considerar su otro movimiento, que llamamos anual, que en la escuela de Aristarco se cree que compensa el movimiento del Sol; les explico aquí las razones...
...Dejo las otras razones, porque se pueden leer en Lansberge y Kepler, para añadir solo que no se ha dado hasta ahora ninguna razón, que demuestre que el Sol sea el centro del mundo, o que la tierra gire en lugar del Sol y por lo tanto que es también preferible abrazar las hipótesis de Tycho y los demás que guardan todos los fenómenos sin el movimiento terrestre anual, que seguir las de Aristarco; cada uno es libre de servirse de tal hipótesis que quiera para explicar las apariciones del cielo y para el cálculo: y puede ser que se presenten otras hipótesis diferentes de todas las que se han formulado hasta el presente, que serán tan SIMPLES y FÁCILES de comprender ( y por ende no contradictorias) que las de Copérnico e, incluso, más ciertas ... Sin embargo esta dificultad puede servirnos para hacernos reflexionar sobre los principios de otras ciencias que no son más que hipótesis que podrían no ser más reales que las de la astronomía, puesto que no nos resultan más evidentes.

(Cuestiones teológicas..., Mersenne, Chez Henry Guenon. París, MDCXXXIV. pp. 158-167, 174-176) (3) 

Si reparamos en los reparos que expone el P. Mersenne a la doctrina de Aristarco y de Copérnico , (aduciendo que no se debe restringir el poder ni el saber divinos a la elección del camino más corto para producir el orden natural, junto con la implicación de que, frente a la concepción del movimiento de la tierra, " puede ser que se presenten otras hipótesis diferentes de todas las que se han formulado hasta el presente, que serán tan simples y fáciles de comprender  - y por ende no contradictorias- que las de Copérnico e, incluso, más ciertas") , no podemos dudar de la gran afinidad de planteamiento con lo que, según Oreggi, el Papa Urbano VIII planteó a Galileo:

"...inquirió si hubiese podido y sabido Dios disponer y mover los orbes y también las estrellas de otra forma, de modo que cuantos fenómenos aparecen en el cielo o cuanto se sabe sobre los movimientos, orden, localización, distancia y disposición de los astros pudiese ser salvado ( explicado).
Pues si niegas esto ( otras hipótesis posibles), dijo Su Santidad, debes probar que implica contradicción que estas cosas puedan ser hechas de manera distinta a lo que has concebido. Puesto que Dios en su infinito poder puede todo lo que no implica contradicción. Y como la ciencia de Dios no es inferior a su poder, si admitimos que Dios pudiese , debemos también afirmar que sabría.
Por lo que si pudo y supo Dios disponer esto de otra manera a la que ha sido concebida, igualmente no debemos restringir la potencia y sabiduría divinas a esta posibilidad (hipótesis) para salvar todas las cosas que han sido dichas" ( De Deo Uno. Tractatus I. Cap. X. pp 194-195)



(1) La récepction de la condamnation de Galilée en France au XVII siècle, M. P. Lerner, en " Largo campo di filosofare, editado por J. Montesinos y Carlos Solís. Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia. 2001. p. 519

(2) Op. cit., pp. 524-525

(3) Texto original:

" Question XXXIV: Quelles raisons a- t'on prouver et pour persuader le mouvement de la Terre, autour de son axe, dans l' espace de vingt-quatre heures?


1. Le premiere raison dont on use pour prouver que la terre se meut, et qu'ella fait chaque jour son rout entier, se prend de ce qu'il n'y a nulle apparence que toute la grande machine de l'univers se remuë, et que le firmament, ou les étoiles facent chaque jour 6000 lieues, ce qui semble incomprehensible: au lieu que si la terre se meut, elle fait seulement 7200 lieues par jour, c'est à dire 14000 moins que les étoiles.
2. L'ordre de la nature semble mieux establi si les moindres corps se meuvent plus vite et les plus grands plus lentement...
3. Puisque la terre a besoin du Soleil, elle doit l'aller chercher comme nous cherchons le feu, dont nous avons besoin...
4. Il n'est pas à propos d'attribuer 2 mouvements contraires à un même corps, ce que font néanmoins ceux qui disent que les étoiles et les autres astres se meuvent et que la terre est immobile, car il est beaucoup plus facile detenir qu'elle se meut d'Occident en Orient, tandis que la lune et les autres planettes se meuvent seulement de leur prope mouvement . Lansberge croid que la premiere raison est demonstrative , qui consiste en ce que le Soleil est éloigné de la terre de 1498 1/2 semidiametres terrestres, lors qu'il est en sa moyenne distance et que les étoiles en sont éloignées de 10302927 semidiametres; d'où il arrive que les étoiles sont chaque heure 23178529692 lieues d'Allemagne, et dans un battement de l'artère, ou dans une seconde minute, 643848 lieues, ou environ: au lieu que la terre dont il net le circuit de 400 lieues, ne fait que la seizième partie d'une lieue, c'est à dire 250 pas dans un seconde: qui n'est guere davantage que ce que fait une bale d'arquebuse en même temps.
Je laisse plusieurs autres raisons, que l' on apporte pour le mouvement de la Terre: par exemple, qu'il explique toutes les apparences, ou les phenomenes plus clairement, et plus briefvement ; qu'il s'ensuit même qu'elle se meut, si les cieux se meuvent, parce qu'ils la doivent ravir avec eux, puis qu'elle n'a nulle resistence, à raison qu'elle ne s' éloigne point de son centre, et plusieurs autres, ausquelles Monsieur Morin, Professeur royal, a répondu dans un livre particulier; de sorte qu' il n'y a nulle raison qui prouve le mouvement de la Terre, car puis que Dieu a envoyé son Fils pour nous favuer par sa mort, l'on ne doit pas s'étonner s'il fait rouler les cieux pour nous, et s'il a crée tout le monde corporel pour l' usage et pour le plaisirs des hommes...Mais nous n'en sçavons point aussi jusques à present qui prouve son immobilité, car il n'y a pas plus d'absurdité de faire les étoiles de la premiere grandeur 127 fois plus grandes que le grand orbe terrestre, et 1575473627 fois plus grandes que le soleil, que de faire aller les étoiles si vite qu'elles facent six cent mille lieues dans le temps d'un battement d'artère. Et bien que nous ne sachions pas pourquoi il y a 59967010 lieues, entre saturne et les étoiles, il ne s'ensuit pas que cet espace ne soit veritable. Il n'est pas aussi necessaire de savoir la cause du mouvement de la terre, pour avouer qu'elle se meut, puisque ceux qui mettent le mouvement des étoiles, n'en connoissent pas la cause...

                                                        Corollaire I
La raison fondamentale dont on a usé jusqu'à present pour prouver la mobilité de la Terre, n' est pas bonne, parce qu' elle prouve trop, ou qu' elle suppose beaucoup d' ignorance car puis que Dieu n'a pas suivi dans l' état de la grace le chemin le plus court de tous les possibles, pour nous sauver, attendu qu' il le pouvoit faire d' un sel acte de volonté, pourquoi concluirons nous qu'il a gardé le chemin plus court dans la nature?  Ne seroit-ce pas le plus court pour la santé, ou pour la guérison des corps, qu' il y eût quelque trou vers le talon, par lequel toutes les humeurs superflues peussent sortir sans user de tant de medecines?. Certes si l'on veut s'amuser à considerer toutes les oeuvres de la nature et à epiloguer dessus, l'on y trouvera toujours à reprende, mais ce sera avec les raisons de Momus, qui seront fondées sur la presomption de l' homme et sur l' ignorance de celles ( ces raisons) que Dieu a eues en établissant la fermeté de la Terre et la mobilité des astres, ou en faisant quelque'autre pièce de l' univers, dont tous admiroient beaucoup plus l'artifice que l'on ne fait celui des oraisons de Ciceron, des Poëmes de Virgile, ou des propositions d'Euclide ( encore que quelques-uns maintiennent que l'on n'en peut ôter une diction, ou une lettre, que l'on ne gâte tout ou que l'on n'en ôte la grace) s' ils en connaissent les raisons et les ressorts, que nous verrons très clairement , quand celui qui gouverne la grande machine de ce monde, nous en découvrira les secrets et la science.

                                                             Corollaire II

Je parlerai encore du mouvement de la terre dans la question 44 & 45 qui contienent l'abregé des Dialogues que Galilée a faits du dit mouvement, pour confirmer les hypotheses d' Aristarque et Copernic. Or l'on peut s'imaginer de nouvelles raisons en faveur du mouvement journalier de la Terre, qui ne servent de rien pour l'annuel, dont je parlerai dans la 37 question: par example, que si les étoiles et les planettes se meuvent, qu' il est necessaire que la Terre, qui n'a nul appui, ou empêchement qui l'exempte d'être ravie par les dits astres pour tourner sur son axe, face tousjours son tour; et plusieurs autres que j'obmets, de peur d'être trop long. Mais l'on trouvera tousjours de nouvelles aux nouvelles raisons, d'autant que nous ne saurons jamais la maniere dont les pieces de l' univers ont été establiers, jusque à ce qu' il plaise à Dieu de nous la reveler, de sorte que nous pouvons tousjours dire avec S. Paul: "nunc per speculum, et in aenigmate, tunc autem facie ad faciem"

Question XXXVII: Quelle raison peut on avoir pour croire que la Terre se meut autour du Soleil, que l'on met au centre du monde?

Encore que j' aie parlé du mouvement journalier de la Terre dans la 34 question et que l`on puisse s' imaginer que la cause, pour laquelle elle se tient dans son lieu sans aller deça ny delà, se doit prendre de ce mouvement, comme il arrive que les pierres qui tournent si vite dans l`air, qu' elles ne peuvent tomber, et que les verres et les autres vaisseaux, qui sont pleins de vin...,ne l' épanchent pas, lors qu' on les fait tourner assez vite, néanmoins il faut considerer son autre mouvement, que l`on appelle annuel, par le quel l'on s' imagine dans l' échole d' Aristarque, qu' elle supplée le mouvement du Soleil; dont j'explique ici les raisons...
...Je laisse les autres raisons, parce que l'on peut les lire dans Lansberge et dans Kepler, afin d' ajouter seulement que l' on n' a donné jusqu' ici nulle raison, qui demonstre que le Soleil soit au centre du monde, ou que la terre tourne au lieu du Soleil et conséquemment qu' il est aussi à propos d' embrasser les hypotheses de Tycho et des autres qui sauvent tous les phenomenes sans le mouvement terrestre annuel, que de suivre celles d' Aristarque; quoi qu' il soit libre à un chacun de se servir de telle hypothese qu' il voudra pour expliquer les apparences du ciel et pour le calcul: et peut être que quelques-uns nous donneront bien-tôt d' autres hypoteses differentes de toutes celles qui ont été proposées jusqu' à present, qui seront aussi simples et aussi aisées à comprendre que celles de Copernic et qui pourront être plus veritables...Or cette difficulté peut servir à nous faire des reflexions sur les principes des autres sciences qui ne sont que des hypotheses lesquelles ne sont peut-être pas plus veritables que celles de l' Astronomie, car elles ne nous sont pas plus evidentes.



( Questions Theologiques..., Mersenne , Chez Henry Guenon. Paris, MDCXXXIV. pp. 158-167, 174-176)  
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